Cuando un alumno de tres años llega a nuestro Centro, es recibido en un ambiente cálido donde la seguridad y el cariño favorecen el correcto aprendizaje.

Una de nuestras principales metas, es desarrollar la autonomía del alumno, proporcionando las herramientas necesarias para conseguir que se desenvuelvan por sí mismos.

Propiciamos un aprendizaje constructivo, atendiendo a las características individuales de cada niño, utilizando para ello una metodología lúdica que radica en los intereses propios de la edad.

La relación familia-escuela es muy importante, pues realizando un trabajo conjunto hacia el alumno, conseguimos forjar un triángulo que forma en definitiva la educación.

Se sientan las bases para una adecuada evolución psicológica infantil a través de diferentes experiencias educativas que favorecen el desarrollo integral.

Desde este momento el idioma es una herramienta constante en nuestra relación con el alumno, que a medida que avanza este primer año se relaciona con naturalidad por medio del inglés en sus rutinas diarias.

Se implanta así el bilingüismo en las actividades diarias, instrucciones, etc... Haciendo que el alumno madure en el idioma en un ambiente de total naturalidad.

Se fomentan todas las formas de expresión y comunicación, la estimulación con una actitud de curiosidad, observación y creatividad, y favorecer unas relaciones sociales marcadas por la convivencia y la cooperación.